Fátima, nunca más

En 1999 publicó el explosivo libro que comento, al que siguió otro titulado “Fátima S.A.”, donde sugiere que los negocios de turismo en torno a la Basílica “son utilizados para lavar dinero negro”

26 DE JULIO DE 2017 · 08:00

Monumento dedicado a la aparición de Anjo de Portugal / Castinçal (wikimedia commons / CC BY-SA 3.0),
Monumento dedicado a la aparición de Anjo de Portugal / Castinçal (wikimedia commons / CC BY-SA 3.0)

Señor Director de Protestante Digital.
Muy señor mío:
Entre el 8 de junio y el 20 de julio escribí para el medio que acertadamente usted dirige siete artículos cuestionando asuntos que se derivan de las supuestas apariciones de la Virgen María en el pueblo portugués de Fátima. Lo hice con motivo de cumplirse el centenario de aquellos acontecimientos que tuvieron lugar el año 1917.

En mi artículo de la semana pasada le decía que en este, último que redacto para usted al terminar la primera parte del año que estamos viviendo, me ocuparía de un libro que niega toda la parafernalia de aquellas apariciones. Bien, aquí estoy yo y aquí tengo frente a mí el referido libro. Doy la ficha:

Mario de Oliveira, “Fátima Nunca mais”,
Editorial Campo das letras, Oporto, Portugal, abril 1999, 186 páginas.

La aparición de este libro fue todo un éxito. Una segunda edición se publicó dos meses después. El libro va ya por la octava edición. Aquí utilizo la primera edición en portugués.

Mario de Oliveira, ahora de 80 años, es sacerdote católico, teólogo de prestigio. Fue formado en el Seminario de Oporto. Ejerció como capellán militar en Guinea-Bissau, entonces colonia portuguesa. Estuvo en la cárcel por pedir la liberación de presos políticos. Aunque un tribunal de Oporto le absolvió de la acusación de sublevación, el obispo de su diócesis le retiró el permiso de ejercer como cura de su parroquia.

Entonces Oliveira se reinventó como periodista y escritor. Inició una investigación sobre la historia de la iglesia católica en Portugal y centró su análisis en el amplio archivo del Santuario de Fátima y los documentos que detallan las supuestas apariciones marianas. En 1999 publicó el explosivo libro que estoy comentando, cuya traducción al español es “Fátima nunca más”. A este libro le siguió otro en el 2015 titulado “Fátima S.A.”, donde sugiere que los negocios del turismo en torno a la Basílica “son utilizados para lavar dinero negro”.

En mayo Mario de Oliveira estuvo en Lisboa para participar en una serie de tertulias sobre el complot de Fátima que tuvieron lugar en la capital portuguesa con motivo de la visita del papa Francisco el 13 de dicho mes. Allí fue entrevistado por “Jornal el Español”.

Si explosivos fueron sus dos libros, explosivas continúan siendo las declaraciones de Oliveira, de las que aquí reproduzco algunos párrafos. Preguntado qué ocurrió aquél mayo de 1917, el teólogo responde:

“Un fraude. El “milagro” de Fátima fue un teatrillo ideado por miembros del clero de Ourém (el municipio bajo cuya jurisdicción está Cova da Iría). Las principales víctimas de este embuste fueron los tres pastorcitos, quienes fueron utilizados como actores en esta producción episcopal. La documentación existente deja clarísimo que el clero manipuló a estos tres niños jovencísimos –la más vieja de los tres, Lucía, tenía apenas 10 años”.

Continúa el periodista. “¿Rechaza que los pastorcitos presenciaran la aparición de la Virgen María?”.

Responde Oliveira:

“¿Cómo va a aparecer alguien que no existe? ¿O que, al menos, no existe como figura mitológica? Existió María, madre de Jesús, pero la mitológica que se ha creado en torno a su figura es un insulto a su memoria y a la inteligencia humana. Es un insulto al propio Jesús”.

Insiste el periodista: “¿Quién fue el cerebro de la trama?”

Documentada, pero dura y desafiante la respuesta de Oliveira:

“La documentación existente sugiere que todo fue idea del canónigo Nunes Formigâo /1883-1958), profesor del Seminario de Santarém, quien casualmente había pasado casi dos meses en Lourdes estudiando las apariciones que supuestamente tuvieron lugar ahí en 1858. Fue él quien se encargó de escribir el guión y ejecutar la producción de esta farsa; fue él quien que, como supuesto interrogador y confesor de los tres pastorcitos, actuó como único interlocutor y controló el mensaje que salía de Cova de Iría. Fue él quien moldeó las visiones de los pastorcitos. Ante el éxito de la trama, Formigâo recibió el apoyo del clero de Ourém –que publicitó las supuestas apariciones por todo el país- y posteriormente, el obispo de Leiria, que dio valor al fraude al declarar que eran acreditables y “dignas de fe” en 1930. De ahí ya pasamos al Vaticano, que ha permitido que esta farsa continúe a lo largo de los años”.

En otro párrafo de la entrevista que ya publiqué en mi artículo del 8 de junio, el entrevistador pregunta al entrevistado: “¿Hablamos de una organización criminal en el seno de la Iglesia portuguesa?” Mario de Oliveira, autor de dos libros sobre Fátima, responde:

“Evidentemente, pero una que está a plena vista. El Santuario es una máquina de dinero. Da nausea: su única misión es fomentar el turismo religioso, de atraer gente en nombre de una fe tóxica, basada en la mentira. Hoy en día la zona entera del Santuario, y los negocios repartidos por la aldea, están creados para aprovecharse de los pobres que acuden ahí. Es bien sabido que muchos de ellos sirven para lavar dinero”.

Por mi parte nada más, señor Director. En estos ocho artículos publicados aquí sobre Fátima he presentado abundante documentación y he ofrecido suficientes pistas para que quienes tengan interés en el tema puedan seguir investigando.

Páselo bien, Director.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Enfoque - Fátima, nunca más