El poder de las palabras

Muchas veces no necesitan ser gritadas o publicadas en los medios de comunicación para transformar o revolucionar la vida de muchas personas.

03 DE JULIO DE 2017 · 14:08

Sydney Pollack (1934 – 2008) en la apertura del Metropolitan Opera, Lincoln Center / Artur (wikimedia commons - CC BY-SA 2.0),
Sydney Pollack (1934 – 2008) en la apertura del Metropolitan Opera, Lincoln Center / Artur (wikimedia commons - CC BY-SA 2.0)

Sydney Pollack es uno de los directores más famosos de Hollywood. “La intérprete” fue uno de sus últimos films, un thriller desarrollado prácticamente en su totalidad en las dependencias de la ONU. Uno de los protagonistas es el jefe de una nación africana que presenta un libro, en cuya introducción escribe: “Un susurro puede hacer callar a un ejército si dice verdad”.

Las palabras tienen mucho más poder del que nosotros pensamos. Muchas veces no necesitan ser gritadas o publicadas en los medios de comunicación para transformar o revolucionar la vida de muchas personas. Pueden llegar a ser más poderosas que un ejército entero.

Creo que todos hemos “coleccionado” alguna vez, frases de diferentes culturas, quizás porque siempre tienen algo nuevo que decirnos a los demás, o simplemente porque nos suena que lo que dicen es cierto…

  • “Quien se sube encima de un tigre corre el riesgo de no poderse bajar nunca.” Proverbio japonés
  • “Un mal pequeño es un gran bien.” Proverbio griego
  • “Amistad fuerte llega más allá de la muerte”. Proverbio gallego
  • “El que teme sufrir, sufre de temor.” Proverbio chino
  • “Se puede esconder el fuego, pero ¿Qué se hace con el humo?”. Proverbio africano

La gente puede utilizar las palabras con muchos fines. Se usan palabras para herir, para esclavizar, para hacer daño, para controlar, para dominar sobre otros, para vencer o para acallar, para vender y comprar, para hacer valer nuestros derechos y para demostrar que tenemos razón. Pero muy pocos utilizan palabras para libertar o para curar. Cuando las palabras obedecen a la verdad, curan. Cuando las palabras reflejan lo que es correcto liberan. Cuando nuestras palabras son justas, podemos hacer callar a un ejército.

Eso es lo que siempre hizo el Señor Jesús: pronunciar palabras que dan vida, que curan, que llegan al corazón, palabras que consuelan… Él mismo se definió como la “Palabra Viva”. Sus palabras no sólo llegan al corazón, sino que nos hacen disfrutar de la paz. Las palabras del Señor nos llenan de libertad porque la verdad nos hace libres. Las Palabras de Jesús curan porque se acurrucan dentro de nuestro corazón y nos bendicen.

Muchos lo hemos comprobado a lo largo de nuestra vida y lo podemos certificar sin ninguna duda. El mismo Pedro, después de haber estado muchos meses siguiendo al Maestro lo dijo: “Tú tienes palabras de vida eterna”. (Juan 6:68).

Palabras que duran para siempre, palabras que sanan...

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