En memoria de García Márquez

¿Creía Gabriel García Márquez en Dios? ¿Era ateo o creyente?.. Conocí a García Márquez en Managua, Nicaragua, en enero de 1985

16 DE ABRIL DE 2014 · 22:00

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Gabriel García Márquez, el célebre escritor colombiano, Premio Nobel de Literatura en 1982, autor de la más que famosa novela, CIEN AÑOS DE SOLEDAD, desde hace años padecía un cáncer linfático que se agravaba a medida que transcurría el tiempo. Hoy, 17 de abril de 2014, ha fallecido a los 87 años de edad en México DF, donde vivía desde hace años, después de pasar las últimas semanas aquejado por una neumonía El autor de CIEN AÑOS DE SOLEDAD nació el 6 de marzo de 1928 en Aracataca, un pequeño pueblo colombiano al pie de la sierra de Santa Marta. Criado por sus abuelos, cursó estudios primarios y secundarios en Barranquilla y Zipaquira, donde en 1946 terminó el bachillerato. A los 19 años ingresó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional en Bogotá. Allí escribió una serie de quince cuentos que fueron publicados en el diario “El Espectador” entre 1947 y 1952. De 1948 a 1954 lo vemos en Cartagena de Indias, Barranquilla y Bogotá, donde empieza a trabajar como periodista en “El Espectador”. Viaja a París en 1955 y permanece unos tres años en Europa. Vuelve de nuevo a Barranquilla para contraer matrimonio con Mercedes Barcha. Ese mismo año, 1958, publica la novela corta de título EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA. Entre 1959 y 1967 desarrolla una activa labor como periodista en Colombia, Cuba, Nueva York y México. En el verano de 1967 aparece la primera edición de CIEN AÑOS DE SOLEDAD. Tres meses más tarde García Márquez viaja a España y se instala en Barcelona. Allí permanece durante ocho años. A lo largo de todo este período publica algunas obras importantes, entre ellas EL OTOÑO DEL PATRIARCA, varios volúmenes de cuentos y un ensayo en colaboración con Vargas Llosa que fue titulado como LA NOVELA EN AMÉRICA LATINA. Decidido a cambiar de aires deja España en 1975. Se instala en México, donde inicia un período de intensa actividad periodística. En 1981 se publica otra novela suya de impacto, CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA. Un año después, el 10 de diciembre de 1982, Gabriel García Márquez recibe en Estocolmo el Premio Nobel de Literatura, que “coronaba el reconocimiento internacional de una carrera construida mediante un derroche de esfuerzo y personalidad”. Entre las incontables opiniones vertidas en torno a García Márquez quiero reproducir aquí una del profesor George McMurray, de la Universidad del estado de Colorado (EEUU). En la conclusión de una obra biográfica publicada primeramente en inglés y más tarde en español, McMurray que decía, sobre el entonces aún vivo "Gabo": “García Márquez es hoy el más conocido de los escritores latinoamericanos vivos. Es, además, uno de los artistas realmente sobresalientes de nuestra época. La totalidad de su obra no sólo comunica la cruda realidad de un continente que emerge en medio de los desgarrones del combate sino también, por medio de los elementos humanistas y universalizantes del mito, la imaginación y la percepción estética, una visión sumamente original del hombre y de su mundo”: DIOS Y GARCÍA MÁRQUEZ ¿Creía García Márquez en Dios? ¿Era ateo o creyente? Conocí a García Márquez en Managua, Nicaragua, en enero de 1985. Ambos formábamos parte de las 350 personas llegadas de todo el mundo para asistir a la toma de posesión del presidente Daniel Ortega. García Márquez estaba allí como amigo personal del presidente. Yo fui invitado en mi condición de periodista por el entonces ministro de Asuntos Exteriores Miguel D´Escoto. En el curso de una recepción celebrada el miércoles 9, un día antes de la toma de posesión, pude hablar con García Márquez. Naturalmente, toqué el tema de CIEN AÑOS DE SOLEDAD. Le pregunté qué significaba ese “Macondo, Dios existe” en el tercer capítulo de la novela y me contestó literalmente: “Puede que ahí esté la clave del libro”. ¿Lo dijo sabedor de mi preocupación por el tema de Dios? ¿Lo dijo para dar una respuesta que cerrara la conversación? ¿Lo dijo porque lo cree, porque efectivamente es así? No hay más vida que la vida que a cada uno nos tiene asignada el Eterno. No hay más tiempo que el que marca el reloj de Dios. No podemos, como quería García Lorca, atar en los árboles el tiempo con un cable de noche negra. Desde hace un mes, Juan Antonio Monroy está escribiendo una serie sobre “Cien años de soledad”, la genial obra de García Márquez, bajo el título de “100 años de soledad y Dios”. Se publican en la sección “El punto y la palabra” de Protestante Digital. Se prolongará a lo largo de los próximos domingos.

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