A favor de un rearme en paz

Las “armas” morales y éticas de los cristianos deberían estar siempre actuando en la palestra pública como creyentes que portan sin cesar la armadura cristiana de la que habla el Nuevo Testamento.

15 DE FEBRERO DE 2017 · 09:01

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Hablar de rearme es una palabra que asusta, pero no temáis que no estoy hablando de armas de fuego, ni de tanques, ni de bombas. No. Voy a intentar hablar de la necesidad de un rearme con unas armas necesarias y sumamente pacíficas: el rearme moral, el rearme ético.

Y es que hay muchas armas y muchos tipos de luchas. Hay palabras que hieren más que un tiro, luchas por el poder a base de usar situaciones no éticas que usan armas malignas que no se corresponden con el concepto de armas de fuego, pero pueden ser también mortíferas. Hay armas inmorales que se usan en los poderes mercantiles, en los injustos mercados, que causan infinidad de muertes y dejan a muchos en la infravida del hambre y la marginación social. Todos estos que usan luchas egoístas y acumuladoras, necesitarían un rearme moral e impregnado de paz.

Sin embargo podríamos decir que el rearme moral lo necesitamos todos. Todos necesitamos de nuevos valores que sean armas de paz, de bienestar, de justicia. Rearme ético siguiendo los valores del Reino y el concepto de projimidad que nos dejó Jesús.

Ese tipo de armas se necesitan en el mundo no sólo pensando en la crítica a los poderosos y opresores, sino en el bagaje que debe llevar todo cristiano. Un bagaje de valores de los que deben estar bien armados todos los cristianos del mundo. Un bagaje que nos dé voz y acción, que nos ayude al compromiso y a la búsqueda de la justicia.

Las “armas” morales y éticas de los cristianos deberían estar siempre actuando en la palestra pública como guerreros del Evangelio, como agentes de evangelización, como creyentes que portan sin cesar la armadura cristiana de la que habla el Nuevo Testamento.

Es terrible el contemplar como la acción política, la gestión económica e incluso los valores socioculturales de nuestras sociedades prescinden ampliamente de la ética cristiana, de la moral bíblica y dan la espalda a los valores del Reino blandiendo sus contravalores injustos y egoístas que nos llevan a contemplar la riqueza como prestigio y la acumulación, en algunos casos, como una bendición de Dios.

Muchas veces, a lo dulce llaman amargo y a lo amargo dulce cambiando las perspectivas de una ética cristiana. Por eso el rearme moral de los creyentes en el mundo debería ser una prioridad que nos lanzara al rearme moral de todos los ámbitos sociales, económicos, políticos y culturales. Sería nada más ni menos que trabajar por la evangelización de la cultura, sea ésta cultura artística, política, económica o social.

Si no hay nadie que trabaje por el rearme moral de todos estos ámbitos, estaremos incumpliendo el ser seguidores del Maestro quien nos lanza al mundo con unos valores tan especiales y solidarios con los débiles y con los últimos que muchas veces no se han recogido en su radicalidad por nuestros contextos eclesiales. Los valores del Reino deberían ser la base necesaria para nuestro rearme social.

Hablamos de democracia y de gestión económica sin que, primeramente, consigamos ese rearme moral que todos los ámbitos sociales necesitan de manera urgente y necesaria. ¿Dónde están los profetas de nuestro tiempo que salen armados de los valores del Reino? ¿Dónde está la armadura cristiana que nos debe llevar a la justicia como fundamento de la paz? ¿Dónde están los zapatos de los que anuncian el Evangelio? ¿Se ha quedado todo en el baúl de los recuerdos?

¡Cuidado con la quiebra de valores bíblicos! ¡Cuidado con su olvido! ¡Cuidado con lanzarlos sin más al baúl de los recuerdos en donde, muy de tarde en tarde, los miramos para regocijarnos insolidariamente en ellos! En lo profundo de todos nuestros males morales, está la falta de un rearme moral y ético, la falta de los valores del Reino inundando el mundo, la falta de auténticos valores en nuestro ámbito planetario.

Necesitamos con urgencia voces que nos hablen de la necesidad de ese rearme de los valores bíblicos que se contraponen a los contravalores sociales insolidarios e injustos: valores antibíblicos, valores consumistas, valores que marginan a los más débiles, valores insolidarios y basados en la fuerza, en la ley del más fuerte.

Un rearme ético nunca puede estar basado en valores en contracultura con la Biblia ni en valores en los que sólo se contemplen los intereses de los acumuladores del mundo, valores que sólo trabajen por los intereses de los integrados en los injustos sistemas sociopolíticos y económicos vigentes.

Un rearme ético siguiendo las líneas bíblicas y de los valores del Reino, no puede olvidar la justicia y la dignificación de los despojados y excluidos de los bienes de la tierra que pertenecen a todos. Un rearme que tenga memoria del sufrimiento y del dolor de tantos y tantos excluidos de la historia.

No se poder hacer un rearme moral, sin tener en cuenta a los desposeídos del mundo. Se necesita un rearme moral con una clara tendencia hacia abajo, hacia los focos de pobreza y de conflicto, hacia los que parecen los grandes olvidados de la historia. Este es el rearme que proclamo, que defiendo y por el cual quiero trabajar y luchar… aunque sólo sea una pequeña gota en el océano de las injusticias de este mundo tan desigual.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - De par en par - A favor de un rearme en paz