Si Lutero hoy fuese médico/enfermero

Se cumplen 500 años de la Reforma ¿qué tesis proponen los herederos de la cosmovisión protestante desde sus actuales profesiones a la sociedad de hoy?

14 DE FEBRERO DE 2017 · 17:00

,fonendoscopio, estetoscopio

Han pasado casi 500 años desde que se iniciase la Reforma protestante con las 95 tesis que clavó Martín Lutero en la puerta de la catedral de Wittenberg el 31 de octubre de 1517.

A la luz del desarrollo de aquellos principios, ¿qué tesis propondrían los herederos de la cosmovisión protestante desde sus actuales responsabilidades y profesiones a la sociedad de hoy en día?

Un equipo de expertos ha elaborado y redactado este conjunto de tesis que entienden -como cristianos- que se corresponden al desafío actual para la iglesia y la sociedad en su conjunto ante la situación de la atención sanitaria en nuestro tiempo.

Una serie que forma parte de un proyecto inspirado, coordinado y desarrollado por los Grupos Bíblicos de Graduados y la Alianza Evangélica Española.

 

COMO MÉDICOS CRISTIANOS EVANGÉLICOS CREEMOS QUE:

1. La sanidad debe ser un bien accesible para toda la comunidad. Nadie debe quedar excluido del sistema sanitario, considerando que ello redunda en la mejoría del bienestar social.

2. Que se debe socorrer primeramente a los colectivos especialmente sensibles, considerando como tales: niños, ancianos, personas en situación de desarraigo social y en riesgo de exclusión social (desempleados sin ningún tipo de subsidio).

3. Que todos los no incluidos en los grupos anteriormente mencionados, debemos contribuir a la sostenibilidad del sistema sanitario con el fin de que su cobertura siga siendo universal.

4. Oramos por nuestros gobernantes para que sepan distribuir la riqueza equitativamente asegurando así la sanidad como un bien de todos y para todos.

5. La Constitución española en su artículo 43 reconoce el derecho a la protección de la salud encomendando a los poderes públicos ordenar y tutelar la salud.

La ley 14/1986 de 24 de Abril tiene como objetivo primordial establecer la estructura y el funcionamiento del sistema sanitario público en el nuevo modelo político y territorial que deriva de la Constitución de 1978. En su artículo 2 dice que los titulares de los derechos a la protección de la salud y a la atención sanitaria son: todos los españoles y los extranjeros en el territorio nacional, en los términos previstos en el artículo 12 de la Ley Orgánica 4/2000, que reconoce que los extranjeros residentes tienen los mismos derechos en asistencia sanitaria que los españoles. El desarrollo de estas leyes garantizaban la universalidad, equidad y solidaridad en el acceso a la sanidad considerado como un derecho inalienable del ser humano.

El gobierno elegido en el año 2012 promulgó un decreto (16/2012 de 20 de Abril) con el propósito, según su título, de garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones; con ello anuló esta universalidad, devolviendo la prestación a la condición de estar cotizando a la Seguridad Social (en términos técnicos consistió en pasar nuestro Sistema Sanitario de un modelo tipo Beveridge a un modelo Bismarquiano en el que estábamos previamente, perdiéndose el acceso universal y equitativo a la asistencia sanitaria).

Ha habido varios intentos de revocar esa ley, pero no ha sido posible. Es preciso demandar del parlamento español la necesidad de que todos de acuerdo revoquen esa ley al ser todos los hombres iguales ante los derechos que las leyes regulan y a los ojos de Dios.

6. Los adelantos científicos han podido, en el terreno de la reproducción humana, vencer retos que parecían inalcanzables, dando satisfacción a muchas parejas en cuanto a descendencia.

Es necesario regular bien los límites para no llegar a practicar la eugenesia ni el comercio puro, como está ocurriendo con parejas infértiles, que deciden “comprar” ovocitos a medida y vientres de alquiler (maternidad subrogada) para así tener descendencia. Lo que no se debe consentir es el alto lucro que para algunos está suponiendo esto, utilizando para ello a mujeres de otros países, estableciéndose un comercio con ellas que, al menos, debería ser investigado.

7. Siguiendo a Luis Rojas Marcos, el adelanto científico en medicina ha hecho milagros, desde vacunas y tratamiento contra enfermedades epidémicas hasta curas para el cáncer, pasando por antibióticos y paliativos del dolor. Como consecuencia, la duración de la vida se ha duplicado y la calidad del vivir ha mejorado notablemente. No obstante, cada día es mayor el número de personas que se quejan de la ausencia de humanidad en el médico, que añoran la imagen idealizada del galeno de antaño, a pesar de que a menudo éste no podía hacer otra cosa que limitarse a confortar al enfermo con su presencia. El sentir popular es que el médico del pasado era más humano, más consciente de las necesidades afectivas y espirituales del paciente, que los facultativos de hoy se distancian con demasiada frecuencia de los fines altruistas.

Es preciso entonces recuperar ese objetivo de la medicina basado en la cercanía con el paciente.

Berard y Gubler a finales del siglo XIX definieron el papel de la medicina como “curar a veces, aliviar a menudo, consolar siempre”. Seguimos sin curar siempre y sin aliviar siempre pero sí podemos consolar siempre. La profesión médica debe recuperar la cercanía con el paciente; si no es así, otro profesional lo hará.

 

COMO ENFERMERÍA CRISTIANA CREEMOS QUE:

  1. El sistema sanitario debe ser un compensador de las desigualdades sociales permitiendo garantizar el derecho a la salud. El sistema debe realizar una adecuada gestión de recursos sin caer en el mercantilismo.
  2. La gestión de recursos debe enfocarse a la resolución de problemas de salud y no a la utilización de la sanidad en la agenda política que sirve a los intereses de los partidos políticos y no de la sociedad. El beneficio que se obtiene de los sistemas de atención a la salud no es el económico sino la reintegración de las personas enfermas al tejido social. El sistema sanitario contribuye a añadir valor a la sociedad.
  3. Concienciar a la población de una adecuada gestión de recursos. Empoderar a la población en el ámbito de la salud promueve la autonomía de las personas y permite integrarlas dentro del equipo como un activo más y obliga a los profesionales a incorporar el punto de vista del paciente.
  4. Los sistemas de atención a la salud deben centrarse en el padecimiento y no sólo en la patología.
  5. Incidir en la prevención y promoción de la salud ahorra costes en el medio y largo plazo. Un modelo meramente asistencialista es caro de mantener y muy sensible a la presión del mercado sanitario.
  6. Debe tener en cuenta las implicaciones de la enfermedad no sólo en el individuo sino en el entorno.
  7. Admitir la dimensión de la espiritualidad como una dimensión que humaniza al sujeto y que debe incorporarse a la atención de la salud y la enfermedad es uno de los elementos clave.
  8. El ser humano es un ser social, integrado en una comunidad. La asistencia a la salud y la enfermedad, para tener impacto real debe tener en cuenta la dimensión relacional.
  9. Hay que asumir un abordaje integral de la persona donde interactúan las dimensiones biológica, psicológica, social, conductual y espiritual. Humanizar la asistencia sanitaria significa hacerla digna y coherente con el ser humano, por tanto, con los valores que él siente como peculiares.
  10. Hacen falta unos valores mínimos consensuados y compartidos desde la pluralidad que deben sustentar la praxis del sistema sanitario. Deben estar centrados en la dignidad de la persona.
  11. Promoción de la excelencia profesional y reconocimiento de la misma. Un sistema en el que los profesionales pueden reconocerse como agentes activos que aportan su saber profesional al conjunto de la sociedad.
  12. Como enfermeros cristianos apostamos por una humanización de la salud que, entroncando con los valores del Evangelio, aporte a nuestra profesión una “presencia plena”, en la que estén presentes la compasión, la escucha activa, la empatía, la paciencia, la confianza en las personas, una mente y corazón abierto a la experiencia del otro, la acogida, la hospitalidad y un genuino interés por las personas. Cuidar nos hace humanos, por ello pensamos que nuestra profesión debe ahondar en estas premisas para crecer como profesión, alcanzar un mayor protagonismo y poder realizar un mejor servicio a nuestra sociedad.

ACEPTAMOS TUS PROPUESTAS

Logos de AEE, GBG y V Centenario

Un equipo integrado por expertos de GBG y la AEE, coordinados por el proyecto Quinto Centenario de la Reforma, irán revisando cada bloque temático, refundiendo las propuestas publicadas con las aportaciones de los lectores, para configurar el texto final de las “95 tesis” actualizadas, que se publicarán en octubre de 2017.

Los lectores pueden aportar sus ideas, sugerencias o cuestiones como "comentarios" en este mismo blog (y en cada tema que se publique). De esta forma el pueblo evangélico podrá sugerir cuáles serían las tesis (desafíos, preguntas, énfasis doctrinales) que el movimiento de la "Iglesia reformada y siempre en reforma" aporta hoy en día; partiendo de la “Sola fe, Sola Gracia, Sola Escritura" pero aplicándolo a nuestra sociedad y nuestro tiempo.

Finalmente, teniendo en cuentas las sugerencias recibidas, estas 95 tesis actualizadas a nuestro contexto actual serán publicadas y difundidas el 31 de octubre de 2017 en los medios de comunicación, los representantes públicos a nivel de todas las administraciones, como un posicionamiento actual representativo del protestantismo contemporáneo.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - #95tesis - Si Lutero hoy fuese médico/enfermero