La segunda venida de Cristo (3)

El Nuevo Testamento que habrá otra señal antes de que Cristo venga a la tierra: el enfriamiento del amor y la multiplicación de la maldad.

01 DE FEBRERO DE 2017 · 09:50

Los símbolos de la tribulación / Waiting for the word (flickr - CC BY 2.0),
Los símbolos de la tribulación / Waiting for the word (flickr - CC BY 2.0)

Continúo mencionando otras señales bíblicas que apuntan a la segunda venida de Cristo. Te he hablado de los falsos Cristos, de las guerras, del hambre, de las enfermedades, de los terremotos y de la persecución religiosa.

Sigue afirmando el Nuevo Testamento que habrá otra señal antes de que Cristo venga a la tierra: el enfriamiento del amor y la multiplicación de la maldad. Mateo 24:12 dice así: "Por haberse multiplicado toda maldad, el amor de muchos se enfriará". Y aquí sí que tenemos que decir que esta señal está teniendo un exacto cumplimiento en los días actuales. Cada día hay menos seres bondadosos; cada día aumentan más los seres perversos. El problema de la violencia supone una preocupación a escala internacional. Países como Estados Unidos, Japón, Inglaterra, Suecia, y también Rusia, están tratando por todos los medios de contener la ola de violencia que tienen desatada en el interior. Es un problema que cada día adquiere mayores proporciones; y aquí, como en el caso del hambre, tampoco vale citar números que no harían otra cosa más que horrorizarnos. Basta con abrir la prensa diaria para enterarnos de todas las maldades que los seres humanos están cometiendo en la actualidad.

Hay una señal más optimista en este mismo capítulo 24 de Mateo. Dice el versículo 14: "Será predicado este Evangelio del reino en todo el mundo para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin". En el año 1500 la Biblia estaba traducida únicamente a 14 idiomas. Hoy está toda ella, o en parte, traducida a más de 2000 idiomas y dialectos. En un sólo año la Sociedad Bíblica ha distribuido unos 30 millones de Biblias y de porciones bíblicas. Países que antes estaban cerrados al Evangelio, como Arabia, el Tíbet, el Turquestán chino, regiones inmensas del Amazonas y otros países donde la predicación del Evangelio se hacía casi imposible, actualmente están abiertos, o se están abriendo al mensaje de Cristo. En África hay tribus enteras que se están convirtiendo al Cristianismo y están quemando los fetiches. Yo creo que un día los propios africanos vendrán a Europa a evangelizarnos. Existen grandes estaciones de Radio en Ecuador, en Estados Unido, en Montecarlo, en Filipinas, en Etiopía, en Bonaire y en otros países, que transmiten diariamente el Evangelio a millones de seres en los más importantes idiomas hablados del  mundo. A pesar de que continuamente estamos refiriéndonos a crisis espiritual, la realidad es que el Evangelio se está predicando en todo el universo habitado. El texto no dice que el mundo entero será convertido; el texto afirma que el Evangelio será predicado a todo el mundo para testimonio a todas las naciones. Y yo creo que hay muy pocas naciones actualmente bajo el sol que no hayan recibido en su seno el testimonio del Evangelio.

Otra señal es la multiplicación de la ciencia. En el antiguo libro de Daniel, capítulo 12, versículo 4, encontramos estas palabras: "Sella el libro hasta el tiempo del fin; pasarán muchos años y se multiplicará la ciencia". Eso es lo que está ocurriendo actualmente. La ciencia se está multiplicando de una manera extraordinaria, en todos los campos. La ciencia espacial asombró al mundo cuando el primer hombre puso su pie en la Luna. La ciencia biológica nos dejó boquiabiertos con el primer trasplante de corazón llevado a cabo en Sudáfrica por el doctor Barnard. Hoy, el trasplante de corazón casi se ha convertido en un juego para los científicos. La ciencia, en todas sus manifestaciones, ha adquirido un desarrollo impresionante en los últimos tiempos. Y aquí se ve una señal más de la segunda venida de Cristo.

Otra señal es el aumento del espiritismo. El apóstol Pablo, en la primera epístola a Timoteo, capítulo 4 y versículo 1, escribió estas palabras: "El Espíritu dice manifiestamente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus de error y doctrina de demonios". El auge del espiritismo es asombroso. De aquí, del espiritismo, han salido religiones tales como la Teosofía, la Ciencia Cristiana, el Antinomismo, el Caodaísmo y tantos otros movimientos populares. En Estados Unidos se dice que 4 personas de cada 10 consultan a los espíritus. En París hay más de 100.000 personas que se dedican a la bola, las cartas, la buenaventura, etc. En Checoslovaquia se dice que hay un grupo espiritista que agrupa, él sólo, a 300.000 miembros. Y en España sabemos que existen grandes grupos perfectamente controlados y organizados. El aumento del espiritismo es una señal más de la segunda venida de Cristo.

También lo es la apostasía. El mismo Jesús preguntó en el capítulo 18 de Lucas: "Cuando el Hijo del Hombre viniere, ¿hallará fe en la tierra?". Estamos viviendo en una época de apostasía y la apostasía está predicha en las Sagradas Escrituras. Cristianos que están abandonando su fe en todos los países de civilización occidental, y que están cayendo en un ateísmo ideológico, en una total indiferencia hacia los asuntos espirituales. El mundo cristiano de hoy es como ese campo de huesos secos de Ezequiel. En aquel campo había ruido, había huesos, había movimiento, había carne, había piel, pero la Biblia dice que no había espíritu, es decir, no había vida. El Cristianismo de hoy es como ese campo de huesos secos. Hay mucha actividad, mucho ruido, muchos proyectos, grandes organizaciones, pero le falta la vida, esa vida que Cristo vino a dar. El mismo dice: "Cuando el Hijo del Hombre viniere, ¿hallará fe en la tierra?" (Lucas 18:8). Una última señal, y muy importante, es el regreso del pueblo judío a Palestina. En el capítulo 24 de Mateo tenemos estas palabras: "De la higuera aprended la parábola; cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas" (Mateo 24:32-33). Aquí se refiere claramente al retorno del pueblo judío a Palestina. Israel es el reloj de Dios. Israel ha sido un pueblo perseguido, odiado a través de toda su historia. Pero la Biblia venía profetizando que antes de la segunda venida de Cristo, el pueblo judío regresaría a Palestina; y así ha ocurrido. En el capítulo 37 de Ezequiel encontramos estas palabras: "He aquí yo abro vuestros sepulcros,  pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas y os traeré a la tierra de Israel" (Ezequiel 37:12). Y en el capítulo 14 de Isaías, Dios añade: "Porque Jehová tendrá piedad de Jacob y todavía escogerá a Israel y los hará reposar en su tierra" (Isaías 14:1). Israel ha estado, como dice su propia leyenda, errante por todos los países del mundo hasta que en 1948 regresó a la tierra de Palestina. El regreso del pueblo judío no fue simplemente una componenda política. Simplemente una consecuencia más del cumplimiento de la profecía. La profecía bíblica dice que antes de que Cristo vuelva, Israel ha de estar en Palestina, y así ha ocurrido.

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