Pasar a la acción

Es hora de trabajar y comenzar a cuidar a la gente que nos rodea.

09 DE ENERO DE 2017 · 08:16

Marlene Dietrich y Rita Hayworth sirviendo a los soldados. New York World-Telegram and the Sun Newspaper Photograph Collection (Wikimedia commons),
Marlene Dietrich y Rita Hayworth sirviendo a los soldados. New York World-Telegram and the Sun Newspaper Photograph Collection (Wikimedia commons)

No sé si sabíais que la conocida actriz alemana Marlene Dietrich, luchó contra el nazismo en los años 40 vendiendo bonos de guerra en USA y luego visitando todos los países en los que había tropas aliadas, para ayudarles.

Cuando sesenta años más tarde se rodó la película basada en la historia del dictador alemán, titulada “Hitler, el reinado del mal” (de la productora Alliance Atlantis), en el cartel anunciador del film aparece la frase de Edmund Burke: “El único requisito necesario para que el mal se propague, es que los hombre buenos no hagan nada”. Muy en ese estilo es la frase escrita en una pared de una conocida capital europea que decía: “Los rincones más profundos del infierno están reservados para aquellos que en los momentos de crisis se mantuvieron neutrales y fríos”.

Hacer algo. Tomar decisiones que nos hagan intervenir en la vida de los demás, y en la nuestra. Ayudar a los demás para que nuestro mundo sea diferente. Luchar por causas que merecen la pena y apostar nuestra vida en ello cuando es necesario… Necesitamos hacerlo, no tanto por las consecuencias que nos traiga a nosotros el castigo de la frialdad; ¡necesitamos vivir así, porque de otra manera ni siquiera mereceríamos ser considerados como personas!

¿Cómo vivir cómodamente mientras los demás sufren? ¿Cómo quedarse insensibles a los gritos de los demás?

En los últimos años, parece que nuestra sociedad se ha vuelto más solidaria, pero queda por ver si eso es fruto de una moda, o de un sincero deseo por ayudar a otros. En nuestro mundo son miles de millones los que no sobrepasan el umbral de la pobreza, y hoy mismo (en este mismo momento), mueren por no tener que comer o por enfermedades cientos de niños (cien mil personas mueren de hambre cada día, y un niño cada siete segundos).

Creo que es hora de dejar de hablar, escribir, o manifestarse para vencer la pobreza. Es hora de trabajar y comenzar a cuidar a la gente que nos rodea. Acercarnos a los que necesitan nuestra ayuda y defender a los que están siendo humillados. Jamás debemos olvidar que “Dios defenderá la causa del afligido”.(Proverbios 22:23)

Algún día tendremos que dar cuentas. Algún día tendremos que responder por los que han muerto sin que nadie les ayudase. Llegará el momento en el que tendremos que tratar de justificarnos ante los que no tuvieron siquiera posibilidades de vivir. Reconocer delante de Dios la comodidad de nuestra vida, mientras más de dos mil millones de personas no tienen un techo como el nuestro, bajo el que cobijarse. Creo que ya basta de palabras. ¡Hay que pasar a la acción!

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Pasar a la acción