Presencia protestante en Canarias desde La Reforma

La actividad evangelizadora protestante en Canarias no ha cesado desde la Reforma, aunque haya momentos más oscuros como las reconversiones de protestantes al catolicismo.

20 DE OCTUBRE DE 2016 · 17:26

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La actividad evangelizadora protestante en Canarias no ha cesado desde la Reforma, aunque haya momentos más oscuros como las reconversiones de protestantes al catolicismo. En el siglo XVII, F. Fajardo Spínola, estudioso del tema contabiliza 89 reducciones de evangélicos al catolicismo. Unos 65 serían británicos, 16 holandeses y el resto de Europa del norte. En el siglo XVIII y hasta 1812, 214 conversiones de las que 167 serían británicos 19 de colonias del Reino Unido, 11 alemanes de Hamburgo, 10 holandeses, 9 franceses, 5 norteamericanos, el resto de Europa atlántica, siendo un 54% del total marinos comerciantes y sirvientes. Según José Luis Fortes sabemos por las fuentes históricas que en el siglo XVI y principios del XVII, se produjo este extraño trasvase que obedecía a otras motivaciones además de la religiosa que no podría llamarse propiamente “conversión”. “El término “conversión”, - dice Fortes- tal y como se emplea en el Nuevo Testamento, supone un acto voluntario de compresión del Evangelio por el que se abraza la fe en Jesucristo desde un reconocimiento de pecado y se abandona toda vana confianza (Hech 3.19) (1 Tes 1.9-10). ¿Fue esto lo que les sucedió a los protestantes que se “pasaron” al catolicismo en Canarias en el momento histórico arriba mencionado? ¡En ninguna manera! Estas “conversiones” se realizaron forzadas por la tortura, y, sobre todo, por el miedo a morir en la hoguera”.

En cuanto al móvil de las conversiones fue algo más que el deseo de los conversos protestantes de profesar la religión católica. Las causas que movieron a la mayoría de aquellos protestantes a cambiar de credo Fortes especifica las siguientes:

  1. La invitación o presión que hacía la iglesia católica a las personas gravemente enfermas o moribundas a pasarse al catolicismo.
  2. El deseo de los marineros desertores o abandonados por sus barcos, por ser delincuentes o prisioneros de guerra, de evitar cualquier posible daño por las autoridades inquisitoriales o librarse de las penas que merecían sus anteriores delitos, les llevó a buscar la integración en la iglesia católica como un recurso para empezar una nueva vida en Canarias. La Inquisición estimaba que la comisión de algunas faltas “era el resultado de creencias equivocadas sobre los misterios, preceptos o ritos contra los que se había pecado. De ahí que la abjuración de los pasados errores, la declaración de los artículos de fe, la confesión sacramental y la posterior instrucción -todo lo cual se hacía en las reducciones o a continuación de ellas- serían remedio y medicina suficientes”
  3. El ardid de soldados que para poder alistarse en los ejércitos españoles fingen ser católicos.
  4. La mala instrucción religiosa de menores de edad que aceptan la fe que se les propone como la mejor en una sociedad que rechaza como perversa toda fe contraria a la católica.
  5. El interés de algunas personas por avecindarse en las islas en plena integración social”.

No deja de ser el ejemplo de Juan de Aventrot, el fiel reflejo de quienes se establecían en las islas para sus negocios y llegaban a manos de la Inquisición. Dice de él Menéndez Pelayo:

“Aunque este fanático no fue español, sino flamenco, conviene hacer memoria de él entre los nuestros, ya que todos sus esfuerzos y conatos se cifraron en introducir la Reforma en nuestro suelo. Era natural de Altran, en la Baja Alemania, y calvinista de religión. Había residido casi toda su vida en España o en posesiones españolas (en el Perú y en Canarias), dogmatizando y predicando siempre de palabra y por escrito. En 1614 se atrevió a enviar desde Amsterdam a su sobrino Juan Coote con una carta, en que suplicaba a Felipe III que se hiciese protestante. El sobrino fue a galeras en pago de la locura de su tío, y éste siguió imprimiendo sus herejías en forma de cartas al rey de España. Publicó hasta ocho, en latín, francés, italiano, flamenco y castellano (1934). De una de ellas envió a España 2.000 ejemplares, y de otra 8.000, que fueron recogidos y quemados por la Inquisición de Lisboa. Llevó su audacia y desvanecimiento hasta el punto de venir él mismo y entregar en persona a Felipe IV y al conde duque de Olivares dos memoriales pidiendo libertad de conciencia en Flandes y en España. Se le confiscaron sus bienes, se le castigó de mil maneras; todo fue inútil; hubo que entregarle a la Inquisición, que le relajó al brazo seglar. Fue quemado, en el auto de fe de 22 de mayo de 1631, en Toledo. Dícese que Aventrot publicó una traducción castellana del Catecismo de Heidelberg, pero no he alcanzado a verla (1935).” (Menéndez y Pelayo, 2007, pág. 789)

Henry Charles Lea también nos relata así el caso Aventrot:

“La avidez de la Inquisición no disminuyó con el tiempo, ni su desastrosa influencia sobre todo expuesto a sus reclamaciones. En 1615, un protestante alemán, conocido como Juan Cote, fue condenado por el tribunal de Toledo a prisión perpetua y confiscación de bienes. Él tenía entonces veinticuatro años y había sido llevado, en su temprana juventud, por su tío Juan Aventrot, a Canarias, donde este se había casado con María Vandala, una viuda con cuatro niños, entregado un quinto hijo a Cote. En 1613 Aventrot le envió a España con una carta al Duque de Lerma, que le condujo al descubrimiento de su herejía. Las medidas para la confiscación de su parte en el estado de la viuda se prolongaron interminablemente. El 7 de septiembre de 1634, el Suprema ordenó al tribunal de Toledo procesar este caso, incluyendo un certificado de la fecha de la herejía de Cote, que, en vista de haber sido criado como un protestante, esto fijó a la edad de catorce años, cuando él podría ser considerado responsable. (Lea, Original Edition Mac Millan 1906-7, pág. Tomo II Libro 5 Capt. 1)

Si exceptuamos algunas iglesias que mencionaremos a continuación, el aumento de congregaciones en Las Islas Canarias es tardío, pero con un crecimiento continuado. Según el informe elaborado por el Instituto de Evangelismo a Fondo España (EVAF) las siete islas cuentan con presencia evangélica estable, independiente de las comunidades extranjeras establecidas en las islas. En 2012 se contabilizaban unos 7.360 evangélicos, sin contar los miembros de las iglesias de Filadelfia de los que apenas hay datos, pero que en la mayoría de las comunidades autonómicas aumentarían este número hasta duplicarlo. Los lugares de culto en Canarias ascenderían a 176 iglesias y el ritmo de crecimiento es un 100% en los últimos quince años. No obstante, reconociendo este crecimiento, son todavía 55 municipios canarios los que están sin presencia evangélica.

Las iglesias con feligresía de habla española aparecen como la Iglesia Cristiana Evangélica” en Tenerife con tres congregaciones: Santa Cruz de Tenerife. Taco (La Laguna e Icod (Aluche). En Gran Canaria: Iglesia cristiana evangélica de Las Palmas e Iglesia cristiana evangélica en Arrecife.

Las congregaciones bautistas UEBE están establecidas en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. La Iglesia Evangélica “Maranata” en Vecindario (Gran Canaria). La Federación de Iglesias independientes de España (FIEIDE) los lugares de culto están establecidos en Arucas, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, Sardina del Sur, Tamaraceite y Teror. Otras iglesias bautistas independientes tienen cultos en Santa Cruz de Tenerife y otra en Los Llanos de Aridane (La Palma). La Asociación evangélica Bethel con una congregación en Santa Cruz de Tenerife. Las Asambleas de Dios en Puerto de la Cruz y la Iglesia evangélica de Filadelfia en La Cuesta, La Laguna (Tenerife). La Iglesia evangélica pentecostal Retrobath en Gran Canaria.

Las congregaciones de Asambleas de Hermanos se establecieron en La Orotava y Las Palmas de Gran Canaria. En Telde también los Hermanos tienen su congregación. En Granadilla (Tenerife) la iglesia de Hermanos en Cristo y en Santa Cruz de Tenerife el Ejército de Salvación, reflejarían el cuadro actual del protestantismo canario.

Las iglesias formadas por colonias extranjeras o a consecuencia del continuo turismo a las Islas, también son tardías como la Iglesia Evangélica de habla alemana que, al menos durante los años 1974 a 1978, tuvo como pastor en Las Palmas a Botho Schneider-Ludarf. También nos consta que en 1971 había un pastor para la comunidad de Santa Cruz de Tenerife. La iglesia evangélica de habla sueca o iglesia evangélica escandinava se estableció en Puerto de la Cruz en calle Gorriones, 5. La iglesia de habla holandesa en 1978 tenía en Las Palmas como pastor a Roberto Roosenboom. La iglesia luterana de habla alemana en Las palmas tenía en 1973 como pastor a Hans Walter Hiller. La iglesia luterana de habla sueca de 1968 a 1972 fue dirigida por Alex Westin, Johan Thelin, Ingvar Johansson y LarsErik Suedberg, de la comunidad de Las Palmas, y Lars Palmgreen. La Iglesia luterana de habla finlandesa la encontramos dirigida, al menos de 1968 a 1972 por Vilyo Kaloka, Hanne Piedila y Olavi Vuori, de la comunidad de Las Palmas. Esta iglesia en 1977, enviaría pastor a Canarias pues los pastores anteriores eran jubilados que celebraban cultos en determinados momentos. En la actualidad existen cuatro congregaciones finlandesas en Canarias con una asistencia entre 400 y 500 personas entre Las Palmas, Playa del Inglés, Playa de las Américas y Puerto de la Cruz, donde vive el pastor y su familia.

La iglesia protestante estatal sueca tiene su dirección en Casa Sueca, Svenska turistkyrkan i utlandet, Los Cristianos, Arona, Tenerife. La iglesia bautista de habla noruega, entre 1968 y 1972 tuvo como pastor en Las Plamas a Mathias Korlsvord. La iglesia libre escandinava en Las Palmas entre 1973 y 1978 fue pastoreada por Rune Persson. La iglesia pentecostal de Estados Unidos también por años setenta tuvo como dirigente a Roy Nylin. Las Asambleas de Dios en Las Palmas también tienen presencia.

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