¡Cómo gasto papeles recordándote! (Silvio Rodríguez)

En la vida no todo son los objetivos. Muchas veces vas a encontrar más sentido en el proceso, en la espera, en el día a día.

28 DE FEBRERO DE 2013 · 23:00

<p>
	<strong style=\"font-style: normal; font-weight: bold; color: rgb(102, 102, 102); font-family: Georgia, \'Times New Roman\', Times, serif; font-size: 15px; font-variant: normal; letter-spacing: normal; line-height: 20px; orphans: auto; text-ali,

Silvio Rodríguez siempre ha sido uno de mis poetas preferidos. Sus canciones son capaces de llegar hasta lo más profundo de nuestra sensibilidad, y casi siempre de una manera callada e ilusionante. Precisamente su interés por disfrutar de las cosas pequeñas de la vida le llevó a componer su famoso tema "Te doy una canción", en la que expresa la necesidad sencilla de apreciar cada momento de nuestros días... "¡Cómo gasto papeles recordándote! ¡Cómo me haces hablar en el silencio! ¡Cómo no te me quitas de las ganas! Aunque nadie me vea nunca contigo. ¡Y cómo pasa el tiempo! ¡Que de pronto son años! Sin pasar tu por mí, detenida..." Nuestra vida es un tesoro y de nosotros depende que aprendamos a disfrutar de la belleza de ese tesoro, o que por el contrario matemos toda ilusión. De lo profundo de nuestro corazón surge siempre el deseo de llenar de imaginación y de cariño cada rincón de nuestra existencia, pero demasiadas veces vivimos llenos de rencor y odio. En muchas ocasiones nos dejamos llevar por nuestros malos pensamientos, y en más de un día, quien gobierna nuestra vida es nuestro más recalcitrante egoísmo. En la vida no todo son los objetivos. Muchas veces vas a encontrar más sentido en el proceso, en la espera, en el día a día, en las conversaciones de cada hora, en el esforzarse por hacer las cosas sencillas de cada momento. Merece la pena disfrutar el camino y no ir corriendo de un lado a otro sin ningún sentido. Uno de los problemas más graves es que mucha gente muere antes de morir, va muriendo poco a poco a lo largo de su vida, perdiendo la esperanza, la alegría, la belleza de las cosas sencillas. Haciéndose más y más crítico y más y más amargado en su manera de ver las cosas. Parece como si el paso de los años fuera añadiendo en nosotros el cansancio de lo que no hemos hecho. ¡Y cómo pasa el tiempo!... Y cómo dejamos a un lado la belleza de lo que Dios creó, la comprensión y el cariño de nuestra familia y amigos, los momentos felices pasados al lado de los buenos recuerdos, y la ilusión nueva de quien está disfrutando cada día de un tesoro con un valor incalculable. "Tesoro precioso hay en la casa del sabio" (*) Busca en tu vida, en tu propia casa, en la relación con tu Creador: vas a encontrar grandes tesoros. (*) Proverbios 21:20

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - &iexcl;C&oacute;mo gasto papeles record&aacute;ndote! (Silvio Rodr&iacute;guez)