Un sueño que atrapó a los Hermanos Marx

Puede que pocos sepáis que el “alma mater” de los hermanos Marx fue precisamente su madre, Minnie. Ella fue la que los ayudó a salir adelante a pesar de haber vivido muchos años en una extrema pobreza.

22 DE NOVIEMBRE DE 2007 · 23:00

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Harpo, uno de los hermanos más conocidos, recuerda esos días como muy buenos, llenos de alegría y canciones, por la actitud de su madre, a la que nunca le importó que fuesen pobres. Groucho decía que siempre vivían allí varios familiares, y no sé cuantos parientes. Explicaba que su casa siempre estaba llena de gente pobre, que llegaban en cualquier momento y sin avisar, pero eran felices, cosa que no fueron en los últimos años de su vida cuando lo tenían casi todo, pero toda la familia estaba separada y cada uno vivía por su lado. No creas que es solamente un juego de palabras: "A veces nuestro sueño se convierte en nuestro dueño". Ese gran peligro se identifica con la variación de una simple letra. Muchas veces he escrito que los sueños son aquellas cosas que nos pertenecen a nosotros mismos, y que debemos luchar por ellos. Y es cierto. Pero hasta cierto punto: Si nuestros sueños son los que dirigen completamente nuestra vida, pueden llegar a ser peligrosos. Tanto si se cumplen como si no. En el proceso nos hacen perder la validez de los demás y la trascendencia de nuestra familia, de la amistad, de las cosas que merecen la pena. Cuando ponemos todas nuestras fuerzas en algo, y ese algo no llega "La esperanza que se demora enferma el corazón"(*). Nuestra vida puede llegar a perder su sentido si sólo buscamos lo que no tenemos. Hay que saber reconocer nuestros sueños y tener sabiduría para ponerlos en el lugar que les pertenece. No quiere decir que renunciemos a ellos, pero tampoco desprecies lo que Dios te ha dado en la vida, sólo porque crees que tienes que conseguir algo más. ¿Y si llegan? ¿Y si se cumplen? ¿Y si todo lo que habíamos soñado aparece como por encanto en nuestra vida? No te dejes llevar, desgraciadamente conocemos muchas vidas destrozadas por tener absolutamente todo lo que deseaban tener. En ese momento, su existencia parece sumirse en el hastío y el desprecio hacia otros. Peligro. Si nuestros sueños son todo en la vida, tendremos problemas, tanto si se cumplen como si no lo hacen.
(*) Proverbios 13:12

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Un sueño que atrapó a los Hermanos Marx