Lo malo mola

La maldad prima. La bondad, el buen hacer, han perdido su estatus, provoca risa burlona entre la gente.

20 DE JUNIO DE 2012 · 22:00

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¡Ay de vosotros, que llamáis bueno a lo malo, y malo a lo bueno; que convertís la luz en oscuridad, y la oscuridad en luz; que convertís lo amargo en dulce, y lo dulce en amargo! Isaías 5,20 En este mundo loco prima hacer lo que está mal y valorarlo en positivo. Puedes ser buena persona, responsable en tu trabajo, amar a tu familia..., puedes sacrificarte por los demás, ser leal a tus amigos, a tus creencias, llevar una existencia recta y morirte sin pena ni gloria, sin reconocimiento social alguno. Pasarás desapercibido, porque no encajas entre la gente. Ahora vamos a lo contrario. Si se te ocurre molestar, extorsionar, odiar, maltratar, asesinar, y ser un delincuente de lo más peligroso, ¡ah!, entonces la cosa cambia. Ese, según parece, es el método más rápido y eficaz para alcanzar la fama, ser laureado y respetado. Cometido tu delito, cuanto peor, mejor, se harán series y películas con escenas de tu vida. Te harán infinidad de entrevistas en prensa, radio y televisión. El daño que provocas aparecerá en los medios de comunicación como la noticia más importante del día, o de muchos días si es que sabes alargar el tema con picardía. Por regla general, no entrarás en la cárcel. Pero, si para cubrir expediente no te quedara otra que visitarla, mucha gente asistirá a verte con tal de que no te sientas solo y así consolarte. A algunos escritores se les encenderán las bombillas de la inteligencia y plasmarán sobre las hojas de papel mucha tinta con tus hechos en letras mayúsculas. Con lupa investigarán tu pasado y sacarán a la luz tus fechorías más atroces como si de milagros certeros se tratase. Sí. La gente te adorará. Cuando hayas cumplido la corta condena, pues ya se encargarán tus buenos abogados de que no pases demasiado tiempo a la sombra, haya o no arrepentimiento por tu parte, te habrás convertido en un héroe nacional, ¡o internacional!, y te darán cargos importantes. Esta fama te proporcionará mucho más dinero y poder del que llevas recibiendo durante todos los años que llevas delinquiendo. La sociedad se frota las manos y se relame con el deseo morboso de querer saber más sobre los pecados y maldades ajenos, nunca de los propios. Quiere detalles para deleitarse con ellos. Ha perdido el norte y los valores. Confunden suciedad con el logro de alcanzar la libertad. Las enseñanzas antiguas son llamadas represión y están pasadas de moda. La maldad prima. La bondad, el buen hacer, han perdido su estatus, provoca risa burlona entre la gente, pues todo les parece que está bien. Resulta pésimo querer mostrar lo ruin como algo bueno. Se habla de malos tiempos cuando los tiempos no son malos, es la actitud humana la que ejecuta el mal y comete injusticias. Por mi parte quiero felicitar a la gente honrada. Es difícil no ensuciarse entre tanta basura. Por eso, tú tienes mucho mérito. Sí, tú que no te dejas convencer cuando te dicen que lo malo mola. Eres muy valiente cuando te aconsejan tirar por este u otro camino y te niegas. Aunque no te des cuenta, eres un ejemplo para otros. Aunque te critiquen, eres un ejemplo. Aunque te rechacen, eres un ejemplo. Que estén ocurriendo casos tan negativamente indecentes no deben entristecer ni desanimar los corazones buenos. Corazones así, como el tuyo, son los que pueden salvarnos.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Tus ojos abiertos - Lo malo mola