En un apartado lugar

Aquieto mis pasos, entorno mis ojos, espero tu mano.

23 DE ENERO DE 2013 · 23:00

,
Necesito una pausa. Quedarme quieta y dejar que en ese reposado estado tú me hables. No demando palabras amigas, ni ambiciono que viertan sobre mí elocuentes frase revestidas de retórica. Requiero el silencio y a ti. Este espacio desierto en el que voluntariamente me he instalado refleja lo que hay en mí. Una historia que necesita pausas oxigenadas para fluir con intensidad. Un barca hastiada de ser llevada por la olas y que hoy simplemente anhela detenerse en medio de un plácido lago y descansar. Cuando alejo los atropellados recuerdos, los retales de cada narración inconclusa, imagino cómo podría haber sido todo si hubiese sabido esperar. Hay asuntos que quedaron sepultados y por más que quiera no pueden ser hechos nuevos. Me detengo con la confianza puesta en ti, en el único que conoce bien mi vida. Hago un alto en el camino subordinando el desorden de mi cabeza, sometiendo al olvido aquello que me impide ser libre. Es necesario detenerse en el sendero, interrumpir el ritmo frenético que la vida nos marca y aprender a escuchar lo que el bullicio silencia. Son tus palabras envueltas en pausas las que han de barnizar este corazón tan presto a la huida. Frases que no sólo alientan mi alma, sino que con destreza moldean mi carácter para hacer de mí una mujer más presta a la humildad. Cuando sabes que todo lo que te ha ocurrido es simplemente el preámbulo de aquello que te aguarda, aprendes a esperar. Entiendes las pausas como una forma de tiempo inundado de sentido. Aquieto mis pasos, entorno mis ojos, espero tu mano. Quiero que te acerques, que tu presencia consiga mitigar mi angustia y que en esa cercanía encuentre el reposo que necesito para seguir caminando en la senda de la verdad.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Íntimo - En un apartado lugar